Nombre del proyecto: Festival Contracultural 2: Verano del ‘24
Dirección artística: Tercer Ojo
Disciplina: Cine / Artes Audiovisuales
Desempeño artístico: Host y Actriz
Fecha de realización: 05 de Octubre del 2024
El Festival Contracultural, celebrado el 5 de octubre de 2024 en el Parque Rojo de Guadalajara, se erigió como un espacio de confluencia artística y comunitaria en el que la expresión cultural tomó las calles como un acto de resistencia y apropiación del espacio público. Este evento formó parte de la producción del largometraje "Una Temporada en el Infierno", dirigido por la productora Tercer Ojo, y sirvió como escenario para la filmación del 30% de las escenas de la película, en un ejercicio sin precedentes de cine participativo y multidisciplinario.
Inspirado en la narrativa de la película, el festival nombró esa jornada como "Verano del 24", en referencia a uno de los capítulos del filme, logrando reunir a una gran diversidad de jóvenes, artistas y ciudadanos en un mismo espacio. Las actividades incluyeron proyecciones de cortometrajes, conciertos, tianguis de arte, conferencias con colectivos y múltiples expresiones artísticas urbanas, consolidando así un ambiente de interacción y diálogo que desafió los límites de la normatividad cultural impuesta por las lógicas hegemónicas del capital.
Uno de los ejes fundamentales del festival fue su carácter multidisciplinario y su enfoque en la democratización del arte y la cultura. En este sentido, permitió que artistas locales, creadores y ciudadanos se apropiaran del espacio público, resignificándolo como un punto de encuentro donde las prácticas culturales se convirtieron en herramientas de resistencia y transformación social. Esta estrategia responde a una necesidad de generar comunidad a partir de la participación activa, promoviendo el derecho a la ciudad y a la cultura como bienes colectivos.
En este evento, tuve el honor de desempeñarme como host, guiando al público a través de las distintas actividades y generando un puente de conexión entre los asistentes y las propuestas artísticas. Asimismo, mi participación en la película como uno de los personajes principales me permitió ser testigo del poder que tiene el arte como vehículo de identidad y cambio social.
El Festival Contracultural no sólo fue una celebración del arte alternativo, sino una afirmación de que las expresiones contraculturales tienen un lugar legítimo dentro del entramado urbano y social de Guadalajara. A través del cine, la música, el graffiti, el performance y el diálogo abierto, este evento promovió una lucha en forma de fiesta, donde la colectividad se convirtió en el principal motor de resistencia ante la homogeneización cultural. En este sentido, iniciativas como esta demuestran que la multidisciplinariedad es esencial para el desarrollo de propuestas artísticas con impacto social, fomentando la creación de redes colaborativas que trascienden los límites de cada disciplina para construir un tejido cultural más sólido y diverso.




